Sistema Inmunológico y Deporte

Empieza a comprender tu sistema inmunológico.
- ¿Qué es el Sistema Inmunológico?
- ¿Cuáles son las funciones de tu sistema inmunológico?
- El sistema inmunológico y el rendimiento deportivo.
- Bibliografía
01 | ¿Qué es el Sistema Inmunológico?
La pregunta en sí misma está mal formulada, ya que podríamos decir que: “TÚ eres tu sistema inmune”.
La investigación y el conocimiento que se tiene sobre el sistema inmune es bastante reciente, incluso para aquellos que han dedicado tu su vida a estudiarlo y tratar de comprenderlo. Pero si algo es comúnmente aceptado es que cualquier parte de tu organismo, interno y externo está vinculado con tu sistema inmunológico.
Sea como respuesta a su funcionamiento o como órgano o tejido que forma parte de él.
Para poner un ejemplo, podemos hablar de la piel, recordando que es el órgano más grande de nuestro organismo y que tienen una vinculación con el sistema inmunitario que nos puede servir de ejemplo para cualquier otro tejido u órgano.
Cuando nuestro sistema inmunológico detecta que algo no va bien en nuestro interior, sea de manera puntual o crónica, el primer lugar donde va a mandar una reacción va a ser a nuestra piel, por dos motivos:
- Porqué es el órgano más grande y vamos a notar picor, escozor o molestia de manera muy rápida.
- Porqué es el órgano en el que nuestro sentido de la vista puede detectar rápidamente que algo no va bien.
Dermatitis, picores, escamas y otros síntomas son señales que nuestro sistema envía para mostrar que algo no va bien en nuestro interior y que debemos ocuparnos de ello.
Hemos visto cómo la piel es utilizada por el sistema inmunológico para mandarnos un “mensaje”. Pues bien, al mismo tiempo nuestra piel forma parte de nuestro sistema inmune como primera barrera para protegernos de la entrada de bacterias y colonizadores externos que, en cantidades enormes, intentan entrar en nuestra cuerpo a cada segundo.
Cada poro de nuestro piel, así como el folículo piloso, segregan continuamente ácidos grasos que actúan como bactericidas muy efectivos para eliminar patógenos externos.
Si nuestra alimentación, por poner un ejemplo, no es correcta, nuestra piel no podrá segregar dichas sustancias en cantidades correctas y estar tan protegida, nuestro pelo no crecerá o lo perderemos como consecuencia de ello.
Este ejemplo de la piel como órgano utilizado para mandarnos una señal, y al mismo tiempo como parte defensora de nuestro sistema inmune, nos debe servir para entender que cualquier tejido del cuerpo funciona igual, de allí la afirmación de que todo tú eres tu sistema inmunológico.
01.01 | ¿Cuáles son las funciones del Sistema Inmunológico?
Las funciones del sistema inmune son variadas y multifactoriales, pero explicaremos aquí las principales y más estudiadas.
- Función protectora frente al exterior.
- Regulación de la homeostasis interna.
- Autofagia y procesos de revisión en la replicación de material genético.
- La función de protección frente al exterior es muy compleja, pero podemos entenderla a través de dos acciones básicas. La primera es la de reconocer, a cada minuto, miles de microorganismos externos que entran por los orificios de nuestro organismo y distinguir con precisión cuáles son peligrosos para nosotros, cuáles son buenos y cuáles inofensivos.
De esta distinción tan importante depende nuestro estado de salud, y es una función adquirida y memorizada durante nuestra evolución como especie, así como de cada individuo a medida que va creciendo y relacionándose con el mundo externo.
Los microorganismos que resultan peligrosos son estudiados de inmediato por parte de varias células especializadas del sistema inmunológico. A partir de aquí nuestro cuerpo empieza a reaccionar para dificultar y evitar sus mecanismos dañinos en nuestro interior.
Un ejemplo claro es la fiebre, respuesta evolutiva maravillosa. Nuestro sistema inmunitario sube la temperatura porque ha determinado que un virus concreto se reproducirá peor con temperatura más alta del medio interno.
- La intervención del sistema inmunológico en la regulación de la homeostasis es muy compleja, pero podríamos relacionarla con su capacidad antiinflamatoria. De manera continua recibimos del medio externo estímulos que provocan inflamación como respuesta defensora y necesaria, pero cuando éstos se acumulan en poco tiempo y nuestros hábitos no favorecen el funcionamiento óptimo de nuestras defensas, se desencadena una inflamación sostenida de bajo grado, que puede derivar en una sintomatología nada deseada.
Eso es la señal de que la función antiinflamatoria del sistema inmunológico está al máximo de sus posibilidades. En este caso hay que entender los factores y reducirlos.
- La función de la replicación se entiende de manera muy parcial todavía, pero es muy importante entender que en cada copia de nuestras células que se produce, y son millones cada minuto, se transcribe todo nuestro material genético. Esto puede llevar a fallos, por lo que nuestro sistema inmune también se encarga de revisar y reparar esos errores evitando posibles mutaciones en nuevas células. Es un proceso que sucede varias veces al día.
02 | El Sistema Inmunológico y el Rendimiento Deportivo.
Habiendo entendido ya la importancia de nuestro sistema inmunológico para cualquier función vital, es sencillo entender que para el rendimiento deportivo es clave.
Nadie conseguirá rendimiento deportivo si sus defensas no funcionan correctamente.
Los procesos de recuperación, por poner sólo un ejemplo, están ligados de manera muy importante a la función antiinflamatoria de nuestro sistema inmune.
Si en cualquier estímulo o entreno aplicado no hay una buena respuesta pro inflamatoria y una posterior antiinflamatoria, la actividad no va a producir ningún efecto beneficioso, sino todo lo contrario.
Cuando acumulamos malos hábitos alimentarios, falta de sueño de calidad, estrés, tabaquismo, ingesta de alcohol, malos niveles de hidratación, etc, cada uno de ellos son estímulos proinflamatorios para nuestro cuerpo. Si a ellos les sumamos o no deporte, hacemos que nuestro sistema inmune no tenga la capacidad necesaria para realizar funciones antiinflamatorias y desencadenar problemas vitales.
Sensación de fatiga, ansiedad o irritabilidad, lesiones musculares o articulares y bajada de rendimiento son algunos de los síntomas…¿te suena alguno de ellos?
Las estrategias de suplementación pueden ayudar mucho si van acompañadas de buenos hábitos, naturalmente.
Omega 3 – los suplementos con EPA y DHA, junto con otros principios activos sinérgicos, ayudan a nuestro sistema inmunológico en las funciones antiinflamatorias, con lo que mejoran las recuperaciones y todos los síntomas para el deportista.
MAGNESIO – es una sal de absorción lenta que requiere de realizar cargas. Se debe consumir idealmente antes de ir a la cama ya que favorece nuestra calidad de descanso, lo que mejora el funcionamiento del sistema inmune y todas sus capacidades.
GLUTAMINA – la ingesta de entre 3 y 5 gr de Glutamina ayuda en muchos casos en problemas de permeabilidad de membrana intestinal. Al mejorar este estado nuestro sistema inmune, muy relacionado con el sistema digestivo, va a mejorar de manera relevante.
Probioticos y prebióticos de nueva generación – una buena propuesta de suplementación con las cepas adecuadas es, sin duda, una de las mejores ayudas que podemos ofrecer a nuestro sistema inmunológico para que mejore sus capacidades y nos ayude a equilibrar la Microbiota que neuromodula la producción de algunas de sus células.
Observamos, pues, que la base de cualquier preparación deportiva consta, de manera prioritaria, de observar, entender y ayudar a nuestro sistema inmunológico a que pueda realizar sus funciones de manera autónoma.
Una buena opción para paliar el daño del estrepitoso ritmo de vida que llevamos son las diferentes estrategias de suplementación propuestas, entendiendo que la base siempre van a ser nuestros buenos hábitos de vida saludable.
03 | Bibliografía
Torres, Yaquelin, et al. "Desarrollo del sistema inmunológico¿ naturaleza o crianza?." Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica 36.5 (2017): 144-151.
Pancorbo Sandoval, Armando Enrique. "Diagnóstico y prevención de la fatiga crónica o del síndrome de sobreentrenamiento en el deporte de alto rendimiento. Una propuesta de mecanismos de recuperación biológica." Cuadernos de Psicología del Deporte, vol 3, nº 1, 2003 (2003).
Vilamitjana, Javier. "El sueño, el deporte y la calidad de vida." REDAF (Red de Actividad Física) Guerrero-Morilla R., et al (2013). Ajustes endocrino-metabólicos durante el ayuno de Ramadán en (2014).
Merellano-Navarro, Eugenio, et al. "Reduced Naïve T Cell Numbers Correlate with Increased Low-Grade Systemic Inflammation During Ageing and Can be Modulated by Physical Activity." International Journal of Morphology 39.3 (2021).
Krause, Mauricio, et al. "The effects of aerobic exercise training at two different intensities in obesity and type 2 diabetes: implications for oxidative stress, low-grade inflammation and nitric oxide production." European journal of applied physiology 114.2 (2014): 251-260.
Dejar un comentario